Biomagnetismo, magnetorrecepción y la importancia de los campos magnéticos en humanos y animales.

Ya en el año 2016 comenzaron a surgir las primeras evidencias científicas de la influencia que los campos magnéticos terrestres causan en los seres humanos. Hasta entonces la ciencia se había enfocado en especies animales estudiando lo que conocemos con el nombre de magnetorrecepción.

A pesar de que el uso de imanes o del magnetismo se remonta a tiempos del antiguo egipcio donde se han encontrado restos momificados con imanes en su interior y textos que hacían referencia al conocimiento y uso de la magnetita. Sin ir más lejos la misma emperatriz Cleopatra usaba un pequeño imán que colocaba en su frente. Pero no ha sido hasta realmente hace pocos años cuando la ciencia ha centrado esfuerzos en estudiar todo lo relacionado con los campos magnéticos terrestres y como estos afectan estos a los seres vivos.

 La magnetorrecepción la podemos definir como la habilidad o capacidad que poseen los seres vivos para detectar los campos magnéticos. Algunas especies tienen está capacidad más desarrollada que otras en función de su hábitat y condiciones de su ser, pero cada día los estudios y avances nos hacen pensar que todos los seres vivos tenemos esta capacidad.

En 2019 varios prestigiosos medios nacionales españoles, entre otros, se han hecho eco de un artículo sobre este efecto en los seres humanos, denominándolo como “el sentido oculto de los humanos”.

https://www.lavanguardia.com/ciencia/20190319/461130481846/humanos-sentido-campo-magnetico-magnetorecepcion-cerebro.html

Fuente: (David Ruiz) LA VANGUARDIA

En este estudio se relata un experimento realizado por la Instituto de Tecnológica de California y la Universidad de Tokio con la participación de 34 voluntarios en el cual se les mide las ondas alfa de sus cerebros mientras se les somete a distintas intensidades magnéticas. A priori ninguno de los participantes es capaz de apreciar o sentir nada ni notar ningún cambio, pero los 64 electrodos colocados en cada una de las cabezas de los participantes indicaron como se alteraba el trabajo cerebral ante la presencia de estas señales o ausencia de estas señales magnéticas.

Los científicos relacionan este suceso con la existencia de partículas de magnetita en todos los organismos vivos, las cuales han sido ya han podido ser encontradas desde en bacterias como en seres humanos pasando por toda la cadena animal y denominan esta capacidad de percibir los campos magnéticos como “un sexto sentido”.

Los campos magnéticos influyen de forma muy directa en la forma de vida todos los seres humanos, ya que sin su existencia sería imposible nuestra supervivencia al menos de la forma que conocemos actualmente.

Es por todos conocidos como las aves utilizan los campos magnéticos para orientarse y así realizar sus movimientos migratorios o como las abejas se orientan a través de los mismos utilizando la Magnetorrecepción a modo de GPS.

Cada vez mas estudios nos van revelando comportamientos animales ligados estrechamente a la incidencia de los campos magnéticos.

Estudios recientes con perros empiezan a demostrar que determinadas conductas como la posición y orientación que estos adoptan en el momento de defecar también pueden estar ligados a la incidencia de estos campos.

Todavía la información que disponemos no es toda la que nos gustaría para poder comprender de forma exacta y paso a paso todas como los campos magnéticos influyen en nuestro sistema inmunológico y como la alteración o ausencia de ellos puedes provocar graves trastornos en los organismo de los seres vivos.

Conocemos la capacidad del magnetismo para magnetizar nuestras células y átomos así mismo responsable de la orientación de los mismos pero nos faltan datos acerca de como estos campos magnéticos influyen en la metabolización de estos. Lo que es indudable es que el magnetismo tiene esta capacidad.

Desde el punto de vista del biomagnetismo, cuando aplicamos dos imanes sobre un organismo vivo, estamos creando en ese cuerpo un campo magnético. Con la técnica del par biomagnético y/o el uso de la bioenergética que nos permite conocer los puntos exactos donde debemos impactar con los imanes en un cuerpo a través de un rastreo completo es un perfecto ejemplo de las posibilidades que nos puede ofrecer el magnetismo aplicado a los seres humanos.

Mediante la aplicación de estos campos magnéticos el organismo puede ser capaz por si solo de restablecer los distintos niveles de PH de cada uno de los órganos o partes del cuerpo, volviendo así a sus índices iniciales u óptimos donde no existe cabida al agente patógeno causante de una posible patología o enfermedad.

El biomagnetismo se presenta como una técnica no invasiva, que no presenta efectos secundarios de ningún tipo y que puede ser aplicada a todo organismo vivo, ya sean personas o cualquier clase de animal. El principio de aplicación es el mismo en todos los casos.

Aunque todavía puede haber detractores del biomagnetismo, poco a poco la ciencia y la información nos va dando la razón sobre la importancia de los campos magnéticos y como estos pueden influyen en nuestro organismo.

En la actualidad ya existen países como Cuba donde cuentan con numerosos centros médicos donde practican magnetismo tanto a través de maquinaria especializada como mediante la imposición de imanes para el tratamiento de diversas afecciones médicas.

2 comentarios sobre “Biomagnetismo, magnetorrecepción y la importancia de los campos magnéticos en humanos y animales.

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